¿Alguna vez has sentido que quieres dar el primer paso para emprender algo nuevo y, de pronto, te paralizas, quieres avanzar, pero algo dentro de ti te lo impide?
¿Qué te dices a ti mismo en esos momentos? ¿Qué pensamientos tienes sobre ti o sobre ese nuevo emprendimiento?
Las creencias limitantes son aquellos pensamientos o convicciones que sutilmente asumimos como verdades absolutas sobre nosotros mismos, los demás o el entorno que nos rodea. Sería como: «Yo no soy bueno para eso», Nadie ha conseguido vivir de ese tipo de trabajo», «Siempre he sido tímido y nunca podré….» Estas ideas limitantes nacen de nuestra propia experiencia, de nuestro propio entorno, familia, amigos, trabajo. Son como malas hierbas que nacen siendo muy pequeñas en nuestro interior y que, si no las detectamos y arrancamos a tiempo, van creciendo y echando raíz hasta que cuesta mucho más sacarlas. Por eso es tan importante identificarlas pronto y luego trabajarlas conscientemente para que nos permitan avanzar.
¿Y cómo te influyen? Te llevan a dudar antes de dar el primer paso, evitas oportunidades por miedo al fracaso o te llevan a creer que no te mereces ciertos logros. Ante esta situación, ¿y qué tal detenerse? ¿Qué te dices a ti mismo? ¿Qué sientes cuando piensas en esas creencias? ¿Qué tienen de verdaderas esas creencias? ¿Qué has descubierto ahora que antes no?
Cuando logras reconocerlas, cuestionarlas y sustituirlas por pensamientos más realistas estarás eliminando obstáculos invisibles y allanando tu camino para tu desarrollo personal y profesional.
